12 de junio de 2025
La nicturia es una condición que afecta a muchas personas y que puede pasar desapercibida hasta que interfiere con algo tan vital como el descanso nocturno. Se trata de la necesidad frecuente de orinar durante la noche y, aunque a veces se minimiza, puede afectar mucho tu calidad de sueño y, por lo tanto, tu día a día.
En este artículo te vamos a contar por qué pasa, la causa, cómo tratarla y qué puedes hacer para que no arruine tus noches.
Hay varias razones por las que esto podría estarte ocurriendo. Una de las más comunes es que tu cuerpo esté produciendo más orina de lo habitual durante la noche, algo que puede estar relacionado con cambios hormonales. También es posible que tu vejiga no esté funcionando correctamente, ya sea por una infección, una vejiga hiperactiva o, en el caso de los hombres, por un agrandamiento de la próstata.
Además, condiciones como la diabetes o problemas del corazón también pueden influir. Pero ojo, no siempre se trata de una causa médica; a veces, simplemente tomamos mucha agua, café u otros líquidos antes de dormir, y el cuerpo responde con más visitas al baño.
Aun así, cualquiera que sea la razón, no lo ignores. Podría ser una señal de que algo más está ocurriendo y vale la pena prestarle atención.
El síntoma más evidente es tener que levantarte varias veces en la noche para ir al baño, pero eso no es todo, puede que sientas que no vacías por completo la vejiga, que te cueste empezar a orinar o que tengas que ir al baño con urgencia. A veces también se presenta ardor, dolor o flujo débil, y todo eso puede ser señal de que hay algo más detrás.
Además, al interrumpir tu descanso, puedes pasar el día siguiente con sueño, de malas, o con poca energía. Y claro, si esto pasa seguido, el problema se acumula e intensifica.
Dormir mal por tener que levantarte varias veces en la noche no es poca cosa. La falta de descanso continuo afecta tu concentración, tu estado de ánimo e incluso tu salud física, por eso es necesario que tu cuerpo se repare durante la noche para que tu cerebro se reinicie y para que tú puedas rendir bien al día siguiente.
Ahora bien, si eres una persona mayor o eres responsable de alguna, debes prestar especial atención a esta condición ya que son sumamente vulnerables. Este grupo de edad no solo sufre las consecuencias de no descansar bien, sino que también corren un mayor riesgo de caídas al levantarse durante la noche, cuando aún no están completamente despiertas.
Así que sí, la nicturia puede parecer inofensiva, pero si no se atiende a tiempo, puede traer complicaciones significativas.
Esta es una pregunta común y en muchos casos, sí. Hay cambios simples que pueden ayudarte bastante, por ejemplo, evitar tomar muchos líquidos (sobre todo café, té o alcohol) en las horas antes de dormir; asegurarte de ir al baño justo antes de acostarte y tratar de mantener una rutina de sueño constante.
También ayuda a mejorar tu salud en general: bajar de peso si hay sobrepeso, reducir el estrés y cuidar tu alimentación. Y si ya estás haciendo todo eso, pero sigues con la sensación de ir al baño, entonces es necesario que consultes a un especialista.
Si te estás levantando más de una vez cada noche para ir al baño y eso ya te está afectando el descanso o tu energía durante el día, es momento de consultar a un médico.
No importa si crees que “es normal con la edad” o si llevas tiempo así; dormir mal todas las noches no debe verse como algo inevitable.
Además, hay señales de alerta que no debes ignorar: ardor al orinar, sangre en la orina, fiebre, urgencia extrema o sensación de que no vacías bien la vejiga. También si notas hinchazón en pies o tobillos, o si estás orinando mucho de día y de noche.
Una vez con el médico, este puede pedirte un análisis de orina, exámenes de sangre, ecografías o pruebas específicas para evaluar cómo está funcionando tu vejiga y tus riñones. A veces también te pueden pedir que lleves un registro de tus visitas al baño, lo que bebes y tus horarios de sueño para ayudar a encontrar el origen del problema.
El tratamiento depende mucho de qué la está causando. Si es un tema de hábitos (como tomar demasiados líquidos en la noche o consumir diuréticos como café o alcohol), hacer ajustes en la rutina puede ser suficiente, tales como: tomar menos líquido en la tarde, evitar bebidas irritantes e ir al baño justo antes de dormir.
Por otro lado, si hay una causa médica detrás, como una infección, diabetes, insuficiencia cardíaca o un problema prostático, el tratamiento irá directo al problema de fondo. Por ejemplo, en el caso de los hombres con próstata agrandada, pueden usarse medicamentos que relajen los músculos de la vejiga o reduzcan el tamaño de la próstata.
También existen medicamentos antidiuréticos, que ayudan a que el cuerpo produzca menos orina durante la noche, o fármacos que ayudan a calmar una vejiga hiperactiva. Asimismo, en algunas personas, especialmente mujeres, puede ser útil la fisioterapia de piso pélvico para fortalecer los músculos que ayudan a controlar la vejiga; y si la persona tiene problemas de movilidad o vive con incontinencia, usar protectores nocturnos especializados puede dar mucha tranquilidad.
Lo importante es saber que no todos los tratamientos funcionan igual para todos, así que lo ideal es hablar con un profesional y encontrar la mejor estrategia para cada caso.
Si además de levantarte al baño tienes escapes de orina, no te preocupes, hay soluciones para eso. TENA® tiene una línea de productos pensados justo para la noche, con mayor absorción y comodidad para que duermas sin preocupaciones.
Por ejemplo, TENA® Lady Discret® Nocturna es la opción más cómoda para mujeres con escapes moderados; pero si necesitas más protección, TENA® Pants Nocturno es como una ropa interior absorbente y sin causar irritaciones. Y si cuidas a alguien con movilidad reducida, entonces TENA® Slip Nocturno es una gran opción por su nivel de absorción y facilidad de uso.
Estos productos te ayudan a dormir más tranquilo, sin interrupciones ni accidentes que te hagan cambiar sábanas en plena madrugada o incomodar a tu pareja, pero debes recordar que la nicturia no es solo una molestia, sino que puede afectar mucho tu descanso y tu calidad de vida.
Lo importante es no normalizarla. Si notas que cada vez te pasa más seguido o que está interfiriendo con tu rutina, es momento de actuar. Con buenos hábitos, atención médica si se necesita y productos que te den seguridad, puedes volver a dormir sin preocupaciones.