14 de octubre de 2025

¿Alguna vez has sentido que todo está bien, te sientes tranquila, y de repente hay cansancio, cambios de humor e insomnio sin razón aparente? Tranquila, es algo que sucede a todas las mujeres, y aunque no siempre entendamos por qué o cuándo suceden estos cambios, debes saber que las hormonas juegan un papel medular en nuestra energía, estado de ánimo y hasta en nuestra salud urinaria, especialmente en la edad adulta.
En este artículo te explicaremos cuáles son los principales síntomas de los cambios hormonales en la mujer, por qué suceden y qué puedes hacer para sobrellevarlos con menos drama.
Aunque cada cuerpo tiene su propio ritmo, los cambios hormonales en la mujer suelen hacerse más notorios entre los 40 y 50 años, cuando los niveles de estrógeno y progesterona empiezan a variar. Estos cambios hormonales traen consigo distintas reacciones del cuerpo que varían en intensidad de acuerdo con los hábitos y estilo de vida de cada persona.
Si de repente estás en una junta o viendo tu serie favorita y te da un calor inexplicable, estás viviendo los famosos “bochornos”, que son sofocos que sube del pecho al rostro y te hace sudar sin aviso.
Se deben a la disminución de estrógenos, que son los encargados de regular la temperatura corporal, y aunque no hay una forma particular para aliviarlos, la disminución en la ingesta de alcohol, cafeína y la comida muy picante puede ayudar, al mismo tiempo que optar por ropa ligera y mantenerte bien hidratada siempre.
Otra de las reacciones comunes son los cambios en el deseo sexual. A veces aumenta, a veces disminuye, pero lo que es cierto, es que los cambios hormonales afectan la lubricación vaginal, haciendo que las relaciones sean un poco incómodas.
Por ello es importante hablar abiertamente con tu pareja, comentarle los cambios que hay en ti y alternar con otras actividades que les ayuden a mantener la complicidad. Además, si ya estás por tener intimidad, usa lubricantes a base de agua y date permiso de disfrutar a tu ritmo, sin presiones. Recuerda, el deseo no desaparece, solo necesita un poco de atención, paciencia y cuidado.
¿Te ha pasado que despiertas cansada, incluso después de dormir bien? Las variaciones hormonales también pueden influir en los niveles de energía, el sueño y el metabolismo, provocando esa sensación de agotamiento constante.
Para balancearlo, escucha a tu cuerpo, muévete un poco cada día (aunque sea caminar 20 minutos) y respeta tus momentos de descanso. De verdad, detenerte, aunque sea por 5 minutos, puede hacer una gran diferencia.
Entre los sofocos nocturnos, la mente acelerada y los cambios hormonales, dormir bien puede volverse un reto. Pero no es imposible.
Crear una rutina relajante antes de dormir, como leer, meditar o tomar un té caliente, puede ayudarte a descansar mejor. Además, evita el celular por lo menos media hora antes de acostarte y procura que tu habitación sea un espacio cómodo, fresco y tranquilo, evitando el mayor ruido posible.
Primero que nada, hay que entender que los cambios hormonales en la mujer son parte natural del ciclo de la vida. Con el paso de los años, los ovarios comienzan a producir menos estrógeno y progesterona, las dos hormonas que regulan funciones tan importantes como el ciclo menstrual, la fertilidad, la temperatura corporal y el metabolismo.
Esta disminución suele marcar el inicio de la perimenopausia, una etapa de transición que puede durar varios años antes de llegar a la menopausia. Durante este proceso, el cuerpo busca adaptarse a los nuevos niveles hormonales, y esa adaptación se refleja en distintos cambios físicos y emocionales.
Es común notar variaciones en la piel, el peso o el estado de ánimo, así como molestias relacionadas con la salud urinaria, ya que los estrógenos también influyen en la fuerza de los músculos del suelo pélvico y en el correcto funcionamiento de la vejiga.
Con el paso del tiempo, es normal que los niveles de estrógeno bajen, y eso se nota en varias partes del cuerpo. La piel puede sentirse más seca, el cabello pierde algo de brillo, y el suelo pélvico también se debilita un poco, lo que a veces causa pequeñas fugas de orina.
Aunque este tema suele hablarse poco, es mucho más común de lo que se cree, de hecho 1 de cada 3 mujeres vive con algún grado de incontinencia. Sin embargo, lo importante es saber que existen formas de afrontarlo, desde ejercicios para fortalecer el suelo pélvico, hasta productos diseñados para acompañarte con total comodidad, de los cuales hablaremos más adelante.
Ahora que, si ya estás notando estos cambios en tu cuerpo, no te alarmes. Acude con tu ginecólogo, escucha a tu cuerpo y busca lo que te haga sentir bien. Lo importante no es frenar los cambios, sino aprender a vivirlos con confianza.
Aunque los cambios hormonales puedan manifestarse más comúnmente en alteraciones físicas, estos no se quedan allí, sino que también afectan las emociones de las mujeres, ya que las variaciones en los niveles de estrógeno influyen directamente en la serotonina, la hormona que regula el estado de ánimo.
Por eso, durante esta etapa es normal sentir altibajos emocionales, irritabilidad o incluso tristeza sin motivo aparente. Además, el estrés diario o las responsabilidades familiares pueden intensificar estos sentimientos.
La clave está en no juzgarte. Para ayudarte a mantener este equilibrio, habla con alguien de confianza, practica actividades que te relajen y date tiempo para ti; recuerda, no se trata de “aguantar”, sino de cuidarte con la misma paciencia con la que cuidas a los demás.
No existe una fórmula mágica, pero sí muchas maneras de hacer más llevaderos los cambios hormonales en las mujeres. Todo dependerá de los hábitos que estés dispuesta a adoptar y del tiempo que te dediques.
Primero que nada, cuida tu alimentación. Incluye frutas, verduras, granos integrales y alimentos ricos en calcio y omega-3 para mantener el equilibrio hormonal, fortalecer los huesos y mejorar el estado de ánimo. Además, practica ejercicio regularmente para mejorar la energía, el ánimo y fortalecer los músculos del suelo pélvico.
Por otro lado, la hidratación también cumple un papel súper importante. Aunque parezca contradictorio, especialmente si tienes incontinencia, bebe suficiente agua a lo largo del día para favorecer la salud de la piel, la energía y el bienestar urinario. Asimismo, reduce el consumo de alcohol y evita el tabaco, ya que ambos tienden a agravar los síntomas hormonales y acelerar el envejecimiento celular.
Y, por supuesto, consulta a tu ginecólogo o especialista de confianza para recibir orientación personalizada sobre tratamientos, suplementos o terapias que se adapten a tus necesidades. Cada mujer vive este proceso de forma distinta y lo más importante es no compararte y recordar que escuchar a tu cuerpo es la mejor forma de encontrar tu propio equilibrio.
Como mencionamos a lo largo de este artículo, algunos cambios hormonales en la mujer pueden venir acompañados de escapes de orina o esa sensación de no llegar a tiempo al baño. Y no, no tienes por qué avergonzarte, es algo totalmente normal y tiene solución.
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Los cambios hormonales en la mujer no son un enemigo, sino una parte natural de la vida, y con la información adecuada, el autocuidado y los productos correctos, puedes atravesar esta etapa con más confianza y seguridad.