21 DE FEBRERO DE 2021

Conforme avanzamos en edad, nuestra piel refleja los cambios inevitables que acompañan al envejecimiento. Este órgano vital, que nos protege del entorno, merece una atención especial para garantizar no solo su aspecto estético sino también su salud a lo largo del tiempo. Por eso, debes cuidar la piel del adulto mayor con una higiene delicada usando jabones neutros y agua tibia. hidratándola constantemente, aplicando protector solar varias veces al día y llevando una alimentación saludable acompañada de buena hidratación, especialmente si hay síntomas de incontinencia urinaria.
No hay una edad específica para que la piel envejezca; más bien, su evolución dependerá en gran medida de los cuidados y hábitos adoptados a lo largo de la vida. Desde el uso de protector solar hasta el estilo de vida y la presencia de enfermedades, todos estos elementos desempeñan un papel crucial en la salud y apariencia de nuestra piel.
Sin embargo, es común ver que la piel se vuelve más delgada, frágil y sensible debido a diversos factores como la exposición acumulada al sol a lo largo de los años que provoca daños que se reflejan en manchas, sequedad y envejecimiento prematuro. Además, los cambios hormonales propios de esta etapa, como la disminución de estrógenos y testosterona, reducen la hidratación y elasticidad natural de la piel, haciendo que sea más propensa a irritaciones, descamación y lesiones.
El cuidado de la piel en el adulto mayor requiere una rutina diaria que ayude a mantenerla limpia, hidratada y protegida. Es recomendable usar jabones suaves o productos específicos para piel sensible, secar con toques ligeros y aplicar una crema humectante inmediatamente después del baño para conservar la humedad natural.
También es importante vestir ropa cómoda y transpirable, evitar la exposición prolongada al sol y revisar la piel con frecuencia para detectar signos de resequedad, irritación o enrojecimiento.
Opta por baños cortos con jabones suaves de pH neutro.
Sécate completamente, prestando especial atención a áreas con pliegues.
La piel seca es uno de los problemas más comunes en las personas mayores, ya que con el paso del tiempo pierde elasticidad y capacidad para retener agua. Para hidratarla correctamente pon en práctica los siguientes consejos:
Mantén una ingesta adecuada de agua y prioriza una dieta rica en antioxidantes, presentes en el consumo de frutas diarias.
Utiliza ropa interior confeccionada en tejidos naturales como algodón para una mejor ventilación y evitar rozaduras.
Las uñas también experimentan cambios con el envejecimiento, volviéndose más quebradizas. Para su cuidado:
Mantén las uñas cortas y evita levantar la cutícula al cortarlas.
Prefiere la forma redonda para las uñas de las manos y recta para las de los pies.
Cuidar tu piel no es un lujo, es una forma de cuidar de ti cada día. Si mantienes buenos hábitos como una limpieza suave, una hidratación constante y una protección adecuada, tu piel se mantendrá fuerte, sana y con vida. Empieza hoy a consentirla: cada cuidado que le des será un regalo que tu piel te devolverá con bienestar mañana.