30 de junio de 2020
¿Sabes qué son los cálculos renales? Son un padecimiento común relacionado a la orina. Son piedras o masas que se forman en los riñones y suelen ser muy dolorosas si obstruyen la micción, pueden eliminarse a través de la orina, pero cuando son muy grandes se requieren de otros métodos. También son conocidos como nefrolitiasis.
Los cálculos renales o piedras en los riñones no siempre tienen una causa específica, pero ciertos factores pueden aumentar el riesgo de padecerlos.
Se forman cuando la orina contiene un exceso de sustancias como calcio, oxalato y ácido úrico, lo que favorece la formación de cristales. Si además la orina no cuenta con suficientes compuestos que eviten que estos cristales se agrupen, se crean las condiciones ideales para la aparición de los cálculos renales.
Cuando se empiezan a formar los cálculos en los riñones puede que no causen síntomas. Los cálculos muy pequeños suelen ser asintomáticos y se pueden eliminar mediante la orina, ya que existen algunos medicamentos que pueden ayudar a que lo anterior suceda. Sin embargo, cuando empiezan a moverse, el dolor se hace presente.
Existen diferentes ubicaciones en los que se pueden situar los cálculos renales; si están en la vejiga el dolor es en la parte abdominal, si se ubican en la uretra o en las salidas del riñón el dolor se manifiesta en la espalda y puede generar algo llamado cólico renal que suele ser insoportable e intermitente.
Además del dolor, los cálculos renales pueden generar otros síntomas como vómito, temperatura alta, sudoración y presencia de sangre en la orina; también puede provocar muchas ganas de ir al baño con frecuencia. Si el cálculo desciende por la uretra genera escalofríos, orina turbia, mal olor y ardor al orinar.
Algunos factores pueden hacer que seas más propenso a desarrollar cálculos renales. Por ejemplo, si en tu familia hay antecedentes de esta condición o ya los has tenido antes, es más probable que vuelvan a aparecer.
La deshidratación: si no tomas suficiente agua durante el día, tus riñones tienen más dificultad para eliminar las sustancias que forman los cálculos.
Los malos hábitos alimenticios: una dieta alta en oxalato, proteínas animales, sal o azúcar puede favorecer la formación de cálculos, especialmente si consumes mucho sodio.
La obesidad: tener un exceso de grasa corporal afecta el funcionamiento del cuerpo, incluyendo la forma en que los riñones procesan los minerales, lo que puede facilitar la aparición de cálculos.
El tamaño de estos puede variar, como lo hemos platicado y este factor será un determinante para el tratamiento.
Cuando el cálculo en el riñón se puede expulsar a través de la orina con la administración de analgésicos de venta libre, y cuando es grande o está obstruyendo el flujo de orina, puede requerir cirugía.
Al eliminar los cálculos pueden volver a aparecer, ya que hay organismos que regularmente están produciendo este tipo de piedritas. Por lo tanto, lo recomendable es beber entre 6 y 8 vasos de agua al día para mantenernos hidratados y disminuir el consumo de alimentos con mucho calcio, sal y sodio para llevar una buena salud.
Recuerda, es importante acudir al médico siempre que presentes algún síntoma poco común ya que esto puede ser señal de que tu cuerpo necesita ayuda.