Cada vez que comes o bebes, tu cuerpo absorbe líquidos. La función de los riñones es filtrar los residuos de estos líquidos y eliminarlos del cuerpo para así producir la orina. Las pequeñas gotas pasan continuamente de los riñones a la vejiga, que se va dilatando poco a poco. Cuando está llena, el cerebro recibe la señal de que ya es hora de ir al baño. Para que la orina se elimine, el cerebro envía órdenes para que el músculo más grande de la vejiga se apriete y se contraiga. Al mismo tiempo, envía la orden a los músculos de apoyo (o del suelo pélvico) que rodean la uretra (la salida de la vejiga) para que se relajen y dejen pasar la orina.
Tengo escapes involuntarios de orina. ¿A qué especialista debo acudir?
Es muy importante que acudas con un profesional para saber si el problema se origina en el suelo pélvico. Luego de que te evalúe un ginecólogo, este puede remitirte a un fisioterapeuta especializado o darte un tratamiento a cargo de un equipo multidisciplinario: ginecólogo, urólogo, fisioterapeuta, proctólogo, psicólogo y nutriólogo.
¿En cuánto tiempo veré los resultados de los ejercicios del suelo pélvico?
Las ventajas de estos ejercicios sólo se perciben después de un par de semanas. Sin embargo, aunque todavía no hayas recuperado el control total sobre tu vejiga, deberás notar una mejoría. Si tienes incontinencia de esfuerzo, es posible que se cure solamente después de un periodo de 8 a 12 meses.